Relatos cotidianos: las difusas enseñanzas de la muerte.

Hola.

Rosa Virginia perdió dos de sus tres hijos por esa manifestación antropológica de naturaleza primitiva llamada violencia. En momentos diferentes, sintió en primera persona eso que mucha gente repite -sin estar muy seguros de su significado: la muerte de un hijo no se supera jamás, tan sólo se vuelve tolerable.

Tolerar. Soportar. Permitir, aunque no guste.

Hay quienes se llenan de rabia y rencor. Hay quienes prefieren olvidar. Otros, deciden morir en vida.

Rosa Virginia decidió seguir, en sus términos. Trabajando y, sobre todo, disimulando. Una visita semanal a la peluquería la haría ver una mujer completa, alejada de la devastación personal que la tragedia lleva implícita, ¿no es así?... Se entregó a su trabajo, a su comunidad, a su hijo. Quizás allí sentía alivio, sintiéndose útil. O quizás era lo necesario para no pensar.

Y fue en ese no querer pensar, en ese no permitirse sentir, que Rosa Virginia se volvió permisiva ante la muerte.

Dicen que lo "normal" es que los hijos entierren a sus padres. Lo contrario, es antinatural. No obstante, en cualquiera de los casos hay enseñanzas que fijar:

¿Debo ser más compasivo? ¿Debo reforzar el reconocimiento y el respeto a la condición humana? ¿Debo trabajar el tema de los apegos? ¿Debo superar los egos? ¿Debo volverme más sensible y acucioso frente al valor y las diferencias de quienes se me acercan? ¿Debo juzgar menos, y aceptar más? ¿Debo ser gentil, o sólo pretenderlo?

Para Rosa Virginia es muy pronto, hay heridas profundas que aún están abiertas. Ella, al igual que su hijo, aún no han decidido conscientemente cuál camino van a transitar de ahora en adelante: el de la negación, el del irrespeto al sentimiento ajeno, el de la castración emocional; o por el contrario, elegirán el de la reflexión, el del reconocimiento, el del auto-perdón. Este último es el más doloroso, sin duda alguna, pero es el único que garantiza el aprendizaje. Esa es, en última instancia, una de las funciones de la muerte. Todo lo demás sigue sin los que se fueron. Pero, para evitar convertirte en eso que tanto odias, debes aprender.

Hasta el próximo post.


Comentarios

Yru ha dicho que…
"Superar los egos", suena interesante...

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