Step one.

El titulo hace alusión al estribillo de una canción que desde hace días ronda mi mente: Not as we, de Alanis Morissette...

Han pasado tres años y medio desde mi último post. No obstante, ¡he decidido volver al ruedo! Descargué en mi iPhone (propaganda) la aplicación móvil de Blogger, una de esas pequeñas maravillas que simplifican la vida mientras nosotros -por nuestra cuenta y riesgo- buscamos más complicaciones.

Y hablando de complicaciones: dejé la docencia universitaria y me he dedicado de lleno al fascinante mundo de la planificación y el presupuesto público. En otras palabras, volví a hacer lo que hacía antes de dedicarme a la docencia universitaria. Contradictorio, lo sé. Pero, es un trabajo bonito, y me gusta. Dedicarse a pensar y definir cómo operará un organismo durante un año en particular requiere un poco de imaginación, algo de optimismo y mucho de religión. Si, religión, porque hay que rezar para que la autoridad del órgano (en mi caso, no podía ser de otra forma, son CINCO las autoridades) le "pare bolas" a uno... No puedes ser ateo trabajando en esto, dado que la oración, la súplica y la penitencia son parte del combo. Eso le pasa al que sueña, y aquí es imprescindible soñar despierto.

Soy un soñador. Creo en el orden y en el sentido común. Estoy ganado a la idea que eso nos hace mejores individuos y, por consiguiente, mejores ciudadanos. Quizás por ello hago lo que hago. Por pretender aportar algo positivo, valioso y coherente a un entorno donde la improvisación, la ausencia de criterio y el irrespeto del "es así porque yo lo digo..." predomina. Ea imposible funcionar correctamente en medio de tanta incertidumbre. Y eso es lo que, desde mi trinchera, combato.

Creo que nos pasamos la vida combatiendo. Desde que nos engendran, libramos batallas y batallas que van cambiando con el paso de los años, pero todas tienen algo común: las victorias se traducen en aprendizajes. Aprender a caminar. Aprender a hablar. Aprender a escribir y leer. Aprender que la suma de dos y dos es cuatro. Aprender que me siento diferente al resto de quienes me rodean. Aprender que tus padres no te odian. Aprender que quizás eres ligeramente diferente al resto, pero que eso no está mal. Aprender a sentirte cómodo bajo tu propia piel. Aprender que lo que te han enseñado en la universidad puede que no sea de tanta utilidad como pensabas. Aprender que hay gente como uno. Aprender que el dolor existe. Aprender que hay gente que no te quiere. Aprender cómo aun teniendo miedo, no paralizarte por ello. Aprender que puedes amar. Aprender que hay gente que no puede amar. Aprender que ser diferente no es malo. Aprender que eres mucho mas que alguien diferente. Aprender a lidiar con los miedos de los demás. Aprender que ser gentil no resta méritos. Aprender que nunca estarás solo. Aprender a llorar. Aprender que mentir lo complicará todo. Aprender a pedir disculpas. Aprender a perdonar. Aprender que nadie te querrá mas que tu madre, sea cual fuese la situación. Aprender a ser digno. Aprender a ser humilde. Aprender a ser una buena persona. Cuántas batallas, ¿no?.

Hay que dar un primer paso para cada una de ellas. Yo he ido dando los míos, con aciertos y fallas, pero no me he quedado inmóvil. Decidí no quedarme inmóvil.

Hasta el próximo post.

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