Las transformaciones de la muerte
Si bien hubo un silencio anticipado, la muerte lo hizo definitivo. Toma tiempo entender esa contradicción que llama a redimensionar la herencia intangible de quien muere en la vida de quienes quedan. Entonces se entiende ese dicho que reza que las personas que amas realmente no mueren mientras sean recordadas y celebradas. El dolor siempre está allí, transformándose en nostalgia. Día a día. A veces se hace notar más de lo usual, pero se acepta con la serenidad -o resignación- de saber que jamás se irá. Hay muchas cosas que cambian en quienes quedan. La tolerancia a lo fútil e insustancial se pierde. El tiempo se valora de forma diferente, con más responsabilidad. Es casi imposible no reflexionar sobre la cantidad de tiempo que le hemos dado a lo que nos ocupa y cuán poco a lo importante. El precio por darnos cuenta que estas últimas son cosas distintas suele ser bastante alto. Y el miedo a la muerte se va diluyendo, también. La muerte nos transforma a todos, quizás ese sea su verdadero...